miércoles, 1 de agosto de 2012

La metropolitana violenta: la nueva UCEP de Macri



Domingo 28 de julio por la tarde, a plena luz del día, a los costados de las vías del ferrocarril Mitre, cerca de la estación Villa Urquiza, un efectivo de la Metropolitana la emprende a los golpes contra una mujer. El ataque artero comenzó mientras otro efectivo daba apoyo al policía agresor. Todo empezó cuando un grupo de muchachos y chicas que caminaba por la zona se detuvo. Según los efectivos policiales, habían recibido un llamado "de un vecino" advirtiendo que los chicos querían hacer "un fuego". Los policías, no obstante, verificaron que no había fuego. En las fotos 1 y 2 puede verse cómo el policía aplica una toma de yudo para reducir a la mujer, aunque ella no ofrece ninguna resistencia. En la foto 3 se observa que mientras el policía la tiene inmovilizada los dos muchachos que acompañaban a la chica no atacan a los efectivos de la Metropolitana. Uno de ellos le pregunta por qué la ataca. El policía dice que la llevará detenida "por agresión". En la foto 4 se ve cuando el otro agente llama por radio para pedir más refuerzos mientras el primer agente la tiene inmovilizada sin que la mujer ofrezca resistencia física alguna. Cabe resaltar que el agente, mientras habla por handy, empuña su arma reglamentaria pese a que la mujer estaba completamente reducida. En la foto 5 se ve que entre los policías de refuerzo no llega ninguna mujer policía pese a que el procedimiento era claramente contra una mujer y que el primer policía sigue su rutina de agresión contra la mujer al tiempo que hacen los trámites para llevarla. Se puede confirmar también en esa foto que el hombre que acompañaba a la chica no toma ninguna conducta violenta contra los policías a quienes les suplica que no la maltraten ni la lleven detenida. Los policías hacen caso omiso del pedido del hombre. En la foto 6 se ve claramente cómo los policías hombres llevan a la rastra a la mujer que no ofrece ningún tipo de resistencia activa frente al procedimiento represivo fuera de todo protocolo. En la foto 7 puede observarse que la mujer no sólo no ofreció resistencia sino que se quedó sentada en el patrullero mientras los policías llevan detenido al acompañante al que también subieron por la fuerza al vehículo policial.


Este registro fotográfico no deja lugar a dudas de que la Metropolitana lleva a cabo procedimientos ilegales a través de efectivos en horas de servicio, con vehículos y ropas, a plena luz del día. Si alguna duda pudiera caber de que se trató de un protocolo ilegal y no del exceso de unos agentes, basta considerar que los primeros dos agentes llegaron al lugar e informaron a sus superiores de la situación que encontraron sin recibir ninguna agresión y que, pese a ello, actuaron con violencia y decidieron detener a dos personas. En segundo lugar, es preciso atender que entre la primera secuencia y la segunda pasaron más de 15 minutos y que todas las decisiones de los policías las hicieron recibiendo instrucciones de su superioridad. Una imagen vale más que mil palabras. Una secuencia de siete imágenes no da lugar a dudas.  

LOS HECHOS
El domingo pasado, Horacio Paone, fotógrafo de la Revista Veintitrés, fue el testigo privilegiado de un violento operativo donde la Policía Metropolitana detuvo a una pareja, en el barrio porteño de Villa Urquiza. Paone no sólo pudo ver lo que sucedió al costado de las vías del Ferrocarril General Urquiza, cerca de las 16:30. También logró registrar con su cámara los forcejeos y golpes que terminaron con el traslado de una mujer y su marido a la Comisaría Comunal Nº 12. Según relató el fotógrafo, que subrayó la fuerza excesiva con que se condujeron los uniformados, el hecho ocurrió cerca de la estación Luis María Drago, cuando varios efectivos de la policía macrista se acercaron a un grupo de cuatro o cinco personas que aparentemente estaban terminando de comer un asado junto a las vías del tren. Minutos después, se desencadenaron los hechos que pueden verse en las fotos que acompañan a esta nota y que hablan por sí mismas. 

Desde la Metropolitana, el subjefe Ricardo Pedace admitió la existencia del procedimiento, aunque aseguró que “se hizo acorde a derecho, con un llamado telefónico donde se decía que había personas que estaban consumiendo estupefacientes”. Y si bien Pedace admitió que cuando los efectivos llegaron al lugar “no se les encuentra droga”, sostuvo que “una mujer fue detenida con un arma blanca, con la que impactó en el chaleco antibalas al personal policial”. El subjefe agregó que, de camino a la comisaría, “el marido, la otra persona trasladada, rompió vidrios del patrullero”. Bajo los cargos de “atentado, resistencia a la autoridad y daño en el chaleco antibalas”, la pareja estuvo privada de su libertad hasta ayer a la mañana. “Según me informaron, la persona que se identificó como periodista había manifestado que le extrañaban la actitud y el procedimiento”, indicó Pedace, en referencia al fotógrafo de Revista Veintitrés. “Bueno, yo prefiero actuar antes que me maten a un policía”, concluyó.

LA SOMBRA DE LA EX UCEP

Si bien la patota de la UCEP está formalmente desactivada, semanas atrás una nueva denuncia puso en alerta a los porteños y dejó en evidencia que las prácticas de violencia y persecución siguen vigentes en la Ciudad de Buenos Aires. Así lo aseguró el 10 de junio pasado a este diario Silvina Pennella, jefa del Área de Derechos Sociales de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad. "Tenemos muchas denuncias por lo que nosotros llamamos ‘la nueva UCEP’. No es el mismo cuerpo, pero usa la misma metodología. Son funcionarios del Ministerio de Espacio Público que concurren con la policía y un camión de CLIBA. Van, les sacan las cosas, las tiran al camión y desalojan”, relató Pennella a Tiempo Argentino.

Ante esta situación, el Observatorio de Derechos Humanos (ODH) de la Ciudad presentó un pedido de informe al ministro de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli. El organismo también realizó el mismo requerimiento ante la Dirección General de Asuntos Legislativos y Organismos de Control, para que las autoridades dieran información pública sobre un desalojo ocurrido en la Avenida Corrientes al 800.
Según el relato recogido por la ODH, "el martes 5 de junio a las 19:47, cuatro personas descendieron de una camioneta dominio KIZ 585 portando cadenas, identificadas con uniforme del Ministerio de Ambiente y Espacio Público y golpearon a un joven en situación de calle en Corrientes, en las inmediaciones del Teatro Gran Rex”.

El pedido de la ODH se basó en el testimonio que prestó Alejandro Cabrera Britos, un músico callejero que denunció el maltrato a una persona sin techo cerca del Gran Rex, cuando "cuatro tipos corpulentos del Ministerio de Espacio Público lo empiezan a correr y agredir".

Como respuesta, desde el macrismo aseguraron desconocer estos episodios. "No tenemos conocimiento alguno de que (…) hayan golpeado a un joven en situación de calle”, se excusó Alex Campbell, director de Asuntos Legislativos y Organismos de Control. De todas formas, el funcionario admitió que ese día hubo un operativo en el lugar en cuestión, aunque sostuvo que ningún miembro de su repartición "porta armas o algún tipo de elemento que pueda ser utilizado como tal para agredir”.


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