En la madrugada de ayer, unos cinco patrulleros de la Policía Metropolitana ingresaron al Hospital Borda por la puerta del fondo, sobre calle Perdriel, sin autorización legal. Tras romper el candado del portón, dieron paso a obreros de una empresa privada de construcción que vallaron los terrenos del Taller Protegido Nº 19 y la cancha de fútbol (único espacio de recreación deportiva de los internos), donde el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, aspira a construir el nuevo Centro Cívico, a pesar que el proyecto aún no fue tratado por la Legislatura local. Ya habían llegado a perforar un par de veces el suelo cuando los trabajadores del Borda comenzaron a ingresar al campo de juego impidiendo las excavaciones. Recién cerca del mediodía se retiraron los obreros y la mayoría de los policías (que llegaron a ser más de 30), cuando el subsecretario de salud, Néstor Pérez Baliño, les garantizó la salida del personal de seguridad.
No había sido una semana fácil para el neuropsiquiátrico, que continúa sin gas en los sectores laterales del pabellón central y que el sábado estuvo medio día sin luz ni agua por un robo externo de cables. "Me sorprende que hayan entrado como ladrones, a la medianoche, sin una orden, rompiendo el portón de un hospital público. Fue un operativo que hace acordar a otras épocas. Evidentemente están cometiendo un delito", advirtió el psicólogo Gabriel Cavia, secretario general de la Asociación de Profesionales del Borda. Y acusó a Macri de "privilegiar el negocio inmobiliario antes que la salud pública".
Para la vicejefa de gobierno porteña, María Eugenia Vidal, "lo que sucedió fue que un grupo de personas que no sabemos si son del hospital cortaron el alambre de un cerco de seguridad e ingresaron por la fuerza en la zona donde se va a desarrollar el Centro Cívico". Y agregó que “cuatro de los cinco sindicatos han firmado un acuerdo para una serie de obras que el hospital tiene que llevar adelante comprometiéndose a no poner obstáculos para que el Centro Cívico se desarrolle". El acta que cedía los terrenos a cambio de obras fue aprobada por las cúpulas gremiales (a excepción de ATE), pero fue rechazada en abril pasado por todas las bases de esos mismos gremios en una asamblea de 500 trabajadores.
"Pueden armar el Centro Cívico en otro lugar, y no en el hospital, y falta absolutamente a la verdad porque de ninguna manera patoteamos", aseguró Marcelo Frondizi, secretario general de la junta interna de talleres protegidos CTA.
La tensión aumentó hasta que al mediodía el actual interventor del hospital, Pérez Baliño, llamó a representantes gremiales a una reunión fuera del predio. Según pudo saber Tiempo Argentino, el funcionario sostuvo que esa hectárea y media en cuestión ya no pertenecía a Salud porque en un acta de escribanía semanas atrás se lo traspasaron al Ministerio de Desarrollo Urbano, aunque no supo exhibirla ni dar el número de expediente. Tampoco fue conocido por la Legislatura. "Es tragicómico porque entonces mañana pueden entregar otra parte del hospital sin que sepamos nada", consideró Daniel Blanco, secretario adjunto ATE Borda.
En el centro de la cancha ya había sido quemado todo el vallado de plástico naranja y a un costado sólo quedaban un par de patrulleros con la promesa de irse. Durante la reunión, Pérez Baliño también adujo que según encuestas la población avalaba el proyecto macrista, y se ofreció como "interlocutor" para que los trabajadores hablen con el ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chaín. A su lado, el virtual director del hospital, Ricardo Picasso, les expresaba que no estuvo enterado de que iba a ingresar la policía por la madrugada. «
"Este no es un lugar en desuso"
"Es una zona que está vacía, donde no se atiende a ningún paciente", se justificó la vicejefa del gobierno porteño, María Eugenia Vidal, refiriéndose a la cancha de fútbol y el Taller Protegido Nº 19, el único para internos ubicado dentro del Borda. Humberto Herrera, profesor de carpintería, refutó esas declaraciones: No es un lugar en desuso. Esta mañana cuando llegamos para comenzar a trabajar nos encontramos con todo el espacio cercado, patrulleros de la policía y una empresa haciendo estudios de suelo. Ya había pasado dos veces anteriormente. Cuando nos juntamos un grupo numeroso decidimos tirar el cerco y recuperar nuestro lugar."
El Taller 19, contó, "es una metodología de rehabilitación basada en un sistema productivo: fabricamos muebles, camas, armarios, sillas, para reparticiones públicas. Concurrían 15 pacientes, pero la directora de Talleres Protegidos, acatando decidió suspender la concurrencia de ellos.
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